Las casualidades de la vida se dieron cita este miércoles en una sala de vistas de la Audiencia de Sevilla. Allí coincidieron como defensores José Antonio Bosch y Manuel Castaño, dos abogados que han influido decisivamente en los destinos del Betis en los últimos años, e Isidoro Camino Villalón, que se pronunció públicamente sobre las causas judiciales abiertas contra el club en su momento más polémico.
En esta ocasión no les unía el deporte sino su trabajo jurídico, pues cada uno defendía a uno de los tres acusados de planificar un robo de tabaco de contrabando en Mairena del Aljarafe, en un juicio que se desarrolló en la Sección Séptima de la Audiencia.
Sus posibles diferencias anteriores no impidieron que los letrados actuaran con profesionalidad y compenetración. Los tres demostraron su buen hacer, el juicio se desarrolló con gran fluidez y consiguieron que la Fiscalía rebajase de forma significativa su calificación: redujo de seis años y medio de cárcel a cuatro años y cinco meses la petición de prisión para un guardia civil defendido por Bosch y la retiró en su totalidad respecto al presunto ladrón defendido por Camino Villalón.
Bosch fue entre 2010 y 2014 administrador judicial del Betis, Castaño es uno de los principales accionistas del club e Isidoro Camino Villalón, no vinculado a ninguna de las plataformas béticas, se pronunció públicamente en prensa sobre la necesidad de mantener las medidas cautelares durante la fase de instrucción de la causa contra Manuel Ruiz de Lopera.
Muchos abogados pertenecen o han pertenecido a los órganos de dirección del Betis y del Sevilla F.C., pero pocas veces se les ve juntos en el estrado de un juicio. Allí el atuendo oscuro es la norma, aunque en este caso el color de alguna corbata evocaba el origen blanquiverde de su dueño.
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